conóceme

Soy Eva, tengo 42 años, madre de una hija. Disfruto bailar, dibujar y pasear por la naturaleza. Soy activista del parto libre o soberano. Formada como matrona en el Reino Unido, mi evolución hacia Radical Birth Keeper, después de formarme con la RBK School bajo la guía de Emilee Saldaya y Yolande Norris-Clark, me ha permitido autodenominarme guardiana del parto. Además, me considero artista; mi dedicación al teatro, con una inclinación apasionada hacia el cuerpo y el movimiento, ha formado una parte esencial de mi vida.

Me veo como una aprendiz constante, creativa, curiosa y apasionada por los procesos cíclicos de la mujer. La vida me ha ofrecido la posibilidad de emprender un camino de sanación consciente, en constante transformación para vivir con amor, responsabilidad e integridad. El feminismo ha sido un gran aliado en este viaje, ayudándome a escuchar la herida y a crecer aceptando tanto la luz como la oscuridad.

'Plena matriz' es mi nueva semilla, creada para ofrecer a las mujeres que sientan la llamada, recursos sobre el parto libre y soberano. Como una apasionada de la matriz y sus procesos, la fuerza de vida y creación, reclamo el valor de todos los rituales de paso y de transformación en la vida de la mujer.

‘El deseo es perturbador porque rompe las estructuras autoritarias, la ordenación de los sentimientos y produce relaciones humanas basadas en el apoyo mutuo.’

Casilda Rodrigáñez 

 

Si sientes curiosidad por mi propuesta y quieres saber más, podemos hacer una llamada para conocernos.

mi recorrido, antes de plena matriu

  • Tengo 42 años y me considero una Radical Birth Keeper, o una guardiana del parto radical. Me formé en la RBK School con Emilee Saldaya y Yolande Norris-Clark como mentoras en septiembre de 2023, después de darme de baja como Midwife (matrona). Me formé como comadrona en el Reino Unido y ejercí en el NHS (National Health Service) desde 2019, acompañando mayoritariamente partos en Centros de Nacimiento y en casa. Pero he decidido dejar mi registro como profesional de la salud, porque no creo en el sistema médico ni en su aproximación al embarazo. Si me mantuviese vinculada al registro, mi lealtad sería al sistema y no a la mujer; no podría poner realmente a la mujer en el centro. Mi objetivo en Plena Matriu es dar a conocer el Parto Libre y el Parto Soberano a las mujeres que quieren vivir su proceso de embarazo, parto y maternidad confiando en su cuerpo, y que no quieren vincularse al sistema médico, porque no creen que el parto sea un proceso patológico ni que se deba gestionar con intervenciones profilácticas.

  • El nacimiento de mi hija en 2022 fue un parto soberano. Estuve acompañada por una Birth Keeper, Jessica Slender, a quien invité a estar presente porque la sentía alineada con mis creencias y necesidades. Fue un antes y un después para mí, y una decisión clave para mi maternidad. Volver al trabajo en el NHS fue muy duro; sabía que ya no podía sostener más la práctica médica, aunque siempre he estado en la parte más holística y respetuosa. Pero los protocolos y la manera como se entiende el parto constituyen un sistema jerárquico donde la mujer no es el centro. Inicié el camino de retorno a mí misma, a recordar por qué había decidido ser matrona.

  • En 2014, me mudé a Londres buscando un cambio en mi vida. Tenía 33 años y me encontré en una ciudad llena de vida, pero muy intensa. Descubrí la conexión con los árboles; ellos sostenían mis fragilidades y mi navegar perdido. Fue entonces cuando sentí la llamada a trabajar con las mujeres en el parto. Inicialmente, quería formarme en México, con ‘Nueve Lunas’, pero no tenía el dinero y temía la apropiación cultural. También tenía muchos condicionamientos para tener una profesión reconocida. Finalmente, acabé formándome en el Reino Unido, subvencionado por el NHS. La Universidad ofrecía un acompañamiento al embarazo holístico, donde la evidencia científica se ponía en el centro para que la mujer tuviese poder de decisión. Además, el parto en casa, que era donde yo quería estar con las mujeres, forma parte del sistema de salud pública en el Reino Unido, así que confiaba en ganar experiencia y después convertirme en una Independent Midwife (matrona autónoma).

  • Yo no creía en el sistema medicalizado ni me interesaba acompañar partos en los hospitales. Acogía el término violencia obstétrica y promulgaba un activismo por un parto respetado. Me inspiraba en profesionales alternativos como Kemi Johnson, Felicity in Birth, Dr. Sarah Wickham, Dr. Rachel Reed, Ina May Gaskin, Michel Odent, Asssociació Radical Midwives.

    Poco a poco, caía el velo de la limitación del sistema médico, del control, de la falacia de la eviKemi Johnsondencia científica, de la coacción a las mujeres y sus decisiones enmascaradas de consentimiento, del abuso y de protocolos que ahogan e interfieren en el proceso sagrado de dar luz.

  • A los 30 caí metafóricamente al pozo, fue un renacimiento. Fui escuchada y cuidada por mujeres maravillosas. Aprendí el valor de la comunidad y llegué al feminismo consciente. Leyendo a Casilda Rodrigáñez ‘El Asalto al Hades’, Clarissa Pinkola Estés ‘Mujeres que corren con los lobos’, entre otros fueron fuego y motor para que mi matriz sanase y comenzase a palpitar libre y llena de vida.

    Comencé a participar en círculos de mujeres, y a descubrir el poder de las mujeres cuando nos juntamos, reconocer la herida de la bruja, y a sentir la gran necesidad de comunidad y hermandad entre mujeres. Comencé a confiar en la intuición y el saber de la matriz. Y comenzó mi segundo renacimiento.   

    Me sumergí en un trabajo personal de profundizar en la descolonización de mi cuerpo, conexión con mi matriz, a través del trabajo con el colectivo mexicano Vulva Vulva Sapiens, y desde ellas conecté con Erica Irusta, primera pedagoga menstrual, y su comunidad Soy1Soy4, y también influenciada por el colectivo Gynepunk.

    Después de ver el documental ‘Loba’ de Catherine Béchard, me emocioné, lloré y apareció el término violencia obstétrica, y mi cuerpo-corazón-mente en un SÍ quiero ser matrona. El documental me conectó con el trabajo en ‘Nueve lunas’ (centro de partería en Oaxaca formado por Cristina Galante, Araceli Gil y Vicky Alejandre) también me inspiró ‘Luna Maya’, casa de partos en Chiapas creada por Cristina Alonso, donde tuve la suerte de visitar el centro en Ciudad de México en 2019 y hacer una “pasantía” por un mes, antes de comenzar la aventura trabajando en el NHS.

  • Hasta entonces había sido actriz, el teatro y la danza fueron mi pasión desde los 16 años. El teatro fue mi primer renacimiento, me iban dando herramientas para conectar con mi cuerpo y mis emociones. Era una adolescente muy adormecida, disociada. A los 18 años me revelé sobre lo que se esperaba de mí, y en contra de mi familia, dejé los estudios reglados una carrera de veterinaria para dedicarme al arte, donde descubrí el placer de la creación, me sentía viva. Tuve la suerte de coincidir con grandes maestros, siempre agradecida a Fernando Griffell, abrió la puerta a la poética escénica, a Mònica Extremiana y Mercè Boronat, que me ofrecieron un espacio creativo inmenso de posibilidades con mi cuerpo; a l Javier Galitó Cava quien me reveló el momento a momento y la importancia de la escucha.

Testimonios